En 1908 Émile Cohl creo con 700 dibujos la que se considera hoy la primera película de dibujos animados de la historia: Fantasmagorie
La cinta tenía 36 metros de longitud y una duración de 1 minuto y 57 segundos. A pesar de la brevedad del film, causó furor debido a la originalidad de la propuesta y al formato empleado. Para hacer los dibujos Émile empleó tinta negra sobre papel blanco, pero los imprimió todos en negativo para de esta forma causar la sensación en el espectador de que la película que veía sólo era una pizarra negra en la que los dibujos tenían vida propia.