Pasajeros y exploradores por los tortuosos caminos de la existencia, la vida, el cosmos. Eso somos y eso es lo que evoca Rik Allen con sus maravillosas esculturas de naves espaciales, portadoras de un marcado aire steampunk. Son como artefactos que se adentran en espacios nuevos del conocimiento, en viajes largos, a la búsqueda de respuestas ante las incógnitas circundantes.