El difunto debió de ser un gran amante de los ordenadores. ¡Descnase en paz!
Es posible que sólo sea un montaje, pero la foto no tiene desperdicio. Otras tumbas locas.
Aunque se trata de un asunto muy serio, algunos son tan bromistas que hasta de la propia muerte se ríen, incluso grandes celebridades y actores, genios del humor. Seguro que has oído hablar del epitafio de la tumba de Groucho Marx: «Disculpe que no me levante, señora». Lamento decirte que es una leyenda urbana, en la lápida del mayor de los Hermanos Marx sólo figura su nombre y apellido, la fecha de nacimiento y muerte y una Estrella de David. Puedes leer más sobre este asunto en: «Ya está el listo que todo lo sabe«.