Sacha Goldberger visita a su abuela y la convierte en una superheroía, es lo que tiene ser un fotógrafo con recursos y querer a la familia.
Cuando Sacha Goldberger pasó a ver a su abuela Frederika la encontró algo deprimida, para animarla, el fotógrafo le propuso ser la protagonista de un reportaje en el que ella, a sus 91 años, debía de aparecer con un traje de superhéroe. Frederika aceptó el reto y nació Mamika, una mujer de edad avanzada capaz de surcar los cielos y portadora de una fuerza descomunal. El artista rinde tributo de esta forma a su abuela, quien tuvo una vida difícil y a pesar de todo siempre fue generosa y nunca perdió la esperanza ni el sentido del humor.