Vamos a darte los ingredientes del cóctel del descanso: imaginación, creatividad, tecnología, confort… el limite es la imaginación.
Descansar entre 120 moléculas, dormir enguñid@ por una gran hamburguesa, en un nido gigante o en cualquier otra cosa que se te ocurra. Haz de tu zona de descanso un lugar divertido y comprueba que los sueños no tienen límites.
Un poco de síndrome de Peter Pan nunca viene mal.