Chulísimas.
A simple vista, una vez colgadas del techo y encendidas, nadie diría que las lámparas de Carolina Fontoura Alzaga están hechas con piezas desechadas de bicicletas. Son preciosas y poseedoras de un aire vintage steampunk ciertamente encantador. La artista mexicana residente en Los Ángeles reutiliza cadenas, ruedas, ejes y otros componentes de bicis para emular a las lámparas originales de araña características del siglo XIX, éstas eran opulentas y se caracterizaban por los valiosos materiales con los que estaban fabricadas, auténticos símbolos colgantes de la riqueza y el poder propio de las clases más pudientes de la sociedad victoriana y decimonónica. Carolina está en la Muestra de Reciclaje y Arte.