Jugar al ping-pong con un robot que te observa para perfeccionar su técnica y ganarte. ¿Ciencia ficción? Nada de eso, ya existe, increíble pero cierto.
Androides que parecen humanos prosiguen su avance imparable. Ahora también vendrán máquinas capaces de observarnos, imitarnos y superarnos; en otras palabras: serán robots capaces de aprender y de improvisar. Katharina Muelling y su equipo, de la Universidad Técnica de Darmstadt (Alemania), ya están desarrollando uno de estos robots aprendices. El de ellos es un brazo articulado que cuelga del techo y sostiene una raqueta, poco o nada antropomorfo. Sin embargo lo importante es su algoritmo, éste es el que le hace aprender y mejorar desde cero, sólo a partir de lo que ve, sin tener ninguna información previa sobre tenis de mesa. El humano juega al ping-pong con la máquina y ésta va aprendiendo todo lo que debe hacer para evitar perder el partido, tras un breve intervalo de tiempo jugando el sistema devuelve casi el 90% de las pelotas y hasta es capaz de improvisar. Imagina un algoritmo de estas características en un androide hiperrealista del tipo Affetto o Geminoid, seguramente sería impactante y algo inquietante, quizás lo veamos en un futuro no muy lejano.