Dibujos de sal

El susurro de la sal es sublime.

El artista japonés Motoi Yamamoto viaja a las salinas de Utah (en Estados Unidos) para hablar de la vida, la muerte y la reencarnación; de allí cogió toda la sal y toda la inspiración para realizar esta particular y bellísima instalación artística: un inmenso y complejo dibujo de sal. Para Yamamoto la materia de la que se compone la obra artística es esencial, el artista se sumerge en una especie de trance zen, místico, en el que es precisamente la propia materia la que le va susurrando la forma del dibujo.

En 1996, su hermana murió de cáncer cerebral. La conmoción y el dolor que tan triste suceso originó en Yamamoto impulsó al artista a abandonar la pintura y a inclinarse por nuevos horizontes creativos en los que ahondar en lo más profundo del ser. La sal en la cultura nipona tiene un valor místico, además de culinario; con frecuencia se emplea en rituales funerarios para eliminar el dolor y la pena que la muerte de un ser querido ocasiona, también se asocia a la vida y al paso del tiempo.

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