Bill y Mara decidieron casarse un buen día, y pensaron que para anunciarlo e invitar a sus familiares y amigos —al casamiento— nada mejor que una tarjeta, pero ellos querían algo diferente.
Una invitación, sí, pero debía ser electrónica. Así que se pusieron manos a la obra: buscaron un pequeño microcontrolador ATtiny13, un puñado de lucecitas Led, compraron una impresora Xerox Phaser en eBay y consiguieron algo de cobre. Una vez tuvieron todo lo necesario diseñaron un circuito; el sistema debía ser sencillo, fácil de reproducir y de acoplar al papel. El microcontrolador se programó para iluminar la invitación en el momento adecuado, esto es, en el preciso instante en el que los invitados abriesen el sobre.