Robots de todo tipo en el País del Sol Naciente.
Crazy Labo es una start-up japonesa algo pintoresca, lo cual no es raro en el país del manga, el sushi, los samuráis y los hikikomoris. La compañía diseña robots capaces de oler: Kaori huele el aliento de quien se pone frente a ella y si no le gusta, se enfada y lo dice.
También tienen a Shuntaro, una especie de perrito que olfatea los pies y se “desmaya” si tiene percepciones olorosas desagradables. Aseguran que no lo hacen con un propósito comercial, lo que pretenden es provocar la risa de la gente y —seguramente también— desarrollar una nueva generación de androides olfateadores.
