Destino no es un corto cualquiera, es una animación de seis minutos y medio de duración ideada por Walt Disney en 1945, con la colaboración del mismísimo Salvador Dalí.
El genio de los dibujos animados, con su estilo inconfundible, hace un recorrido sublime —de la mano de una de sus recurrentes y bellas damiselas— por los cuadros y los detalles pictóricos más conocidos del pintor surrealista. Abandonada en su día por las dificultades del momento, se materializó finalmente en 2008 con este bonito vídeo.