John Howell lo ha hecho, aunque hay truco.
El físico ha creado, con la ayuda de su hijo Benjamin, de 14 años, un ingenioso sistema capaz de hacer invisible a una persona. Lo ha conseguido empleando espejos y conocimientos de óptica, con muy poco dinero y sin la ayuda de ningún sofisticado aparato tecnológico. El resultado es asombroso, como se puede ver en el vídeo.
Benjamin y su hermano pequeño Isaac desaparecen y vuelven a aparecer como por arte de magia.