El arquitecto japonés Arata Isozaki y el escultor británico Anish Kapoor son los creadores de Ark Nova, una sala para conciertos portátil que —además— es inflable, increíble pero cierto.
Con capacidad para acoger en su interior entre 500 y 700 personas, la asombrosa estructura —que se infla con aire como si fuese un globo— se paseará por las regiones que fueron devastadas por el terremoto y posterior maremoto que sufrió el norte de Japón en marzo de 2011. El propósito es llevar la música y el arte a todas las personas que padecieron la catástrofe y que muchas de ellas aún hoy sufren sus efectos, con idea de «insuflarles» un soplo de esperanza.