Si crees que danzar y dibujar son cosas diferentes, mira por donde Heataer Hansen no piensa lo mismo.
Es más, ella fusiona ambas artes en sus espectaculares performances, en las que plasma asombrosos dibujos geométricos sobre amplios lienzos en el suelo, mientras se mueve y se recrea con el sonido de la música. El resultado es un obra áurea que representa de manera fiel las proporciones de su cuerpo, y que ciertamente recuerda a las láminas del Test de Rorschach.