No son de cristal.
Danien Rozin es un maestro en crear instalaciones interactivas en las que se fusionan tecnología y arte, con resultados espectaculares de una gran belleza y que llaman poderosamente la atención, involucrando al espectador en la obra. Son especialmente célebres sus asombrosos espejos en los que los objetos no se reflejan, ya que no son de cristal, sino que éstos transmiten la forma a una superficie motorizada y fragmentada en piezas, gracias a un sofisticado sistema de sensores de luz y movimiento, capaces de percibir la proximidad de un cuerpo.