Al artista Yigal Ozeri le gusta pintar mujeres jóvenes y guapísimas. Además sitúa a sus damiselas en entornos bucólicos, lejos del mundanal ruido. Primero toma fotos de las modelos y luego traslada las fotografías al lienzo, presentado como resultado unos óleos de una belleza verdaderamente deslumbrante.