El último fotomontaje de Erik Johansson está tan bien hecho que, de no ser por lo fantástico del asunto, podría pasar por una imagen auténtica. Un cielo y un lago que se fracturan como un espejo, ante el asombro del pescador que, perplejo, lo ve al llegar a la orilla.
Erik dice: «Esta es la imagen en la que he trabajando durante los últimos meses. Quería un lago se que se rompiese como un espejo y que pareciese totalmente real, para ello empleé trozos de cristal (17 m² ), un barco y un modelo de carne y hueso. En este vídeo les muestro el laborioso proceso que me llevó a materializar este proyecto personal. Empleé una Hasselblad H5D-40, un monitor Eizo CG318-4k, Photoshop y una GoPro para filmar el vídeo«. Música: Principles of Geometry, Dam Aicoab.