No tenían otra cosa que hacer y se fueron a China a escalar un edificio en construcción, a 640 metros de altura subieron, hasta la punta más alta de la última grúa. Este tipo de escaladas temerarias, aunque estén patrocinadas —como es este caso— suelen hacerse sin permiso y sin ningún tipo de seguridad. Aunque quienes se atreven a acometerlas son escaladores diestros, estamos en contra de las mismas. ¡No hagas esto!