Diminuto —casi 1 cm—, de PVC y plegable, lo está desarrollando el MIT para introducirlo en tu cuerpo en un futuro próximo. Inquietante. Se mueve por los fluidos, sube cuestas, sortea obstáculos y puede transportar objetos diminutos de un lugar a otro. Se activa él sólo con el calor (a 65 ºC.) y se controla de forma remota por medio de campos electromagnéticos externos. Cuando cumple su misión se disuelve y no deja ningún rastro.
Es como un diminuto camioncito que transporta el principio activo por tu cuerpo hasta el foco del dolor o la infección, evitando así dañar o afectar a otras partes del organismo sensibles al medicamento.
Shuhei Miyashita, padre de la «criatura», asegura que es el primer robot que nace, vive y muere: «es el primero que completa su ciclo vital desde su nacimiento a su muerte». Y añade: «Ahora mismo, el robot es controlado remotamente por un ser humano, pero queremos desarrollarlo para que sea más inteligente y tome sus propias decisiones». Asombroso.