Se enrosca en la botella y vuelve el agua potable.
Por lo visto elimina los contaminantes (bacterias, protozoos, metales…) y parece ser que también algunos tipos de residuos industriales y agrícolas. Estos filtros potabilizadores se crean con impresoras 3D y a la venta serán muy baratos. Millones de personas mueren en todo el mundo por enfermedades relacionadas con la suciedad del agua, especialmente en los países y regiones más pobres, por lo que este proyecto —que busca financiación a través del crowdfunding— puede quitarnos la sed y salvar muchas vidas.