En un zoo de China encierran a las personas en jaulas y liberan a los animales. ¡Increíble pero cierto! Por suerte para los humanos el encierro es temporal, durante la visita.
Metidos en jaulas, los visitantes pueden ver de primera mano como tigres, leones y osos se acercan —furiosos— a los vehículos para pedirles la comida. La gente puede dar de comer a los animales por unos agujeros que hay en las jaulas, y lo hacen, les dan desde manzanas a los osos hasta gallinas vivas a los felinos.