Para un alpinista extremo al que le gusta desayunar en la pared de la montaña a 1825 metros de altitud.

Una conocida marca de muebles y cocinas asumió este reto. Lo difícil no fue diseñarla, ya que esta firma crea todo tipo mobiliario personalizado, lo complicado fue instalar la cocina (con todas sus comodidades y accesorios) en la pared rocosa y vertical, a una altura tan elevada. Una vez acabada, el alpinista extremo Kentol Cool se tomó su desayuno, colgado de la montaña.