Este «spray» cura la piel, cuando se aplica se adhiere y no se desprende hasta que está sana completamente.
Se rocía sobre la herida del paciente y las nanofibras se pegan al tejido dañado creando algo parecido a una piel nueva.
Esta especie de «implante» artificial evita infecciones procedentes del exterior pero permite la transpiración de las células, por lo que facilita la regeneración natural del tejido. Ees un vehículo excelente para la administración precisa de medicamentos sobre la zona afectada y, además, no deja marcas o cicatrices.