Y tú al fin podéis tener la misma cabeza gracias a una tienda japonesa. Increíble, sí, pero cierto.
Las hacen artesanalmente a partir de fotos de la mascota. Crean un molde y después añaden el pelaje y todos los detalles del felino. Tienen sumo cuidado y se esmeran mucho para que la réplica sea idéntica al gato o a la gata que copia.
Sin duda es un trabajo muy riguroso y preciso, cada animal es único y debe reflejarse hasta el último detalle. Es por esa razón que no son nada baratas, pero es el precio elevado que hay que pagar por ser igual que tu adorada mascota.