Obtenido a partir de las hojas de nopal, es la propuesta eco-friendly de la investigadora mexicana Sandra Pascoe, de la Universidad del Valle de Atemajac, en México.
Esta material biodegradable serviría para fabricar objetos de un solo uso como cubiertos, vasos, platos y bolsas. La transformación del jugo de nopal en el bioplástico se realiza por medio de un proceso 100×100 natural y lleva 10 días en el laboratorio, pero Sandra asegura que se puede acortar el tiempo significativamente en su producción industrial a gran escala.

El material se biodegrada en poco más de un mes, pero además es comestible, por lo que si algún animal terrestre o marino se lo come le sirve de alimento y no supone ningún peligro para su vida y su salud.