Nunca antes un globo había sido tan brillante.
Se trata de una ingeniosa ocurrencia que transforma un globo normal —de esos que se inflan y después se explontan con un alfiler, para asustar a tu prima— en una lámpara de diseño. El led queda dentro —una vez que se llena el globo— y puede emitir luz durante 100 horas. Se venden en unidades independientes, cada caja contiene la lámpara, dos pilas pequeñas de litio —de esas que son como botones— y un globo de polipropileno.
Como se ve en el esquema, lo ingenioso del sistema hace que se pueda llenar el globo con total comodidad.