Accidente.
Jeb Corliss —conocido por sus espectaculares saltos en los que planea como una ardilla voladora— ha estado a punto de morir en su último desafío, el pasado 16 de enero de 2012, en el Parque Nacional Table Mountain de Sudáfrica. En el descenso, a más de 200 km/h, rozó con sus pies un pico rocoso de la montaña por la que bajaba —volando— a todo gas. Milagrosamente Jeb pudo abrir su paracaídas —n extremis— y evitar así una muerta segura. A causa de lo aparatoso del aterrizaje, el saltador se fracturó las dos piernas; no obstante, su vida se encuentra fuera de todo peligro.
