La smart cities ya son y sobretodo van a ser las urbes del futuro, hiperconectadas y 100×100 sostenibles, se basarán en el IoT y en un uso intenso de la tecnología orientado a: la prestación de servicios públicos de calidad, la seguridad, la productividad, la competitividad, la innovación, la participación, la formación, la capacitación y el emprendimiento.
La realidad es que ninguna ciudad —de las de siempre— que quiera ser moderna y funcional en el presente y en el futuro más inmediato, podrá resistirse a este proceso apasionante de transformación y adaptación a la «smartización». Otras urbes serán creadas desde cero, ex novo, como Woven City, en Japón.

Al pie del monte Fuji, Toyota construirá este hábitat futurista para sus investigadores, ocupará unas 70 hectáreas y el complejo combinará la inteligencia artificial más asombrosa con edificios hechos de madera y huertas orgánicas.