El ritmo frenético característicos de las ciudades chinas ha desaparecido, por la crisis sanitaria provocada por el coronavirus responsable de la «neumonía de Wuhan».
Calles solitarias, carreteras desiertas, comercios cerrados, controles policiales, rostros cubiertos con mascarillas, equipos sanitarios limpiando zonas… miles de camas vacías esperando a los pacientes que serán infectados, enormes hospitales construidos en tan solo días…

Parece que ésta es ya la crisis sanitaria más seria a la que hace frente China en los últimos tiempos. Las autoridades del país asiático temen que la epidemia se propague por todo el estado y, lo que todavía sería peor, que salga de sus fronteras y alcance el nivel de pandemia.
Ante el brote de la enfermedad y su propagación, las autoridades sanitarias del país asiático han tomado medidas muy drásticas para controlar la epidemia y evitar un contagio masivo.