¿Es fácil? Pues no… pero Marino sabe cómo hacerlo con una solución orgánica que él mismo ha creado, de hecho ya ha descontaminado uno, el suyo.
Marino Morikawa, de ascendencia nipona, nació y vivió en Perú. Gracias a una beca del gobierno japonés, realizó sus estudios de posgrado en la Universidad de Tsukuba en Japón, donde se especializó en ciencia naturales e industriales.

Pidió el dinero prestado para realizar su proeza ecológica, se lo dieron y se puso manos a la obra en una laguna contaminada que se llama El Cascajo, en Huaral (Perú). Es un lugar especial para Marino, cuando era niño solía ir allí a pescar con su padre. De hecho fue él quien le avisó del gravísimo estado del humedal y de las intenciones de las autoridades de secarlo. Afortunadamente, Marino llegó a tiempo.
¡Fue un éxito, hasta las aves regresaron! Ahora va a limpiar otros lagos más grandes y ríos con su solución 100×100 orgánica, basada en nanotecnología. Desde 2018, trabaja en la descontaminación y recuperación del Lago Titicaca.