Transformación Digital

Cómo hacer la transformación digital en 100 páginas y no fracasar en el intento. ¡Muy pronto! Paciencia.

«Un hombre que es un maestro de la paciencia es maestro de todo lo demás» George Savile.

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¿Qué es la Transformación Digital?

Es el paso del sistema tradicional al digital, supone un cambio cultural y un nuevo enfoque a la hora de entender las competencias profesionales, las personas, el entorno y los negocios. Se apoya en el uso de la tecnología para mejorar los resultados, reducir los costes y aumentar la calidad.

¿Por qué es importante llevarla a cabo?

Las empresas y las personas que se modernizan tecnológicamente, y asumen la transformación cultural que supone la digitalización, son más competitivas y obtienen mejores resultados. Solo quienes la acometen pueden desenvolverse con éxito en el ecosistema digital y global.

El Plan para la Transformación Digital.

Es la hoja de ruta que marca las pautas, a seguir, para transformarse y modernizarse. Un plan de transformación digital puede ser afrontado por una persona, una floristería, un profesional o por una gran empresa. Todos estos planes tendrán elementos comunes y características específicas, pero todos perseguirán el mismo objetivo: la digitalización.

Pequeños negocios locales pasan a ser grandes marcas internacionales gracias a la TRANSFORMACIÓN DIGITAL. Cuando las propuestas son de mucho valor, la digitalización favorece el crecimiento y la expansión (escalabilidad) a costes más bajos en un tiempo récord, y pueden llegar a alcanzar el punto de masa crítica y el consiguiente «efecto red». También pasa lo contrario, cuando el negocio ya es grande y exitoso, pero no se adapta —a la nueva realidad— desaparece de la noche a la mañana.

«FLor Esmeralda».

Un ejemplo: Ana y su floristería «Flor Esmeralda».

Antes de la transformación:

Ana «iba tirando». No le iba del todo mal, las flores y las plantas siempre han sido su pasión y ama su trabajo, sus clientes estaban muy satisfechos y algunos recomendaban la floristería «Flor Esmeralda» a sus familiares y amigos. Además, Ana pagaba una cantidad mensual a una agencia local para que le hiciera algo de publicidad, ahora sabe que no mereció mucho la pena, pero entonces Ana creía que debía invertir algo en publicidad aunque dudase de su efectividad.

Después de la transformación:

Ana ha hecho un plan de transformación digital y ha aprendido a:

  • Publicar en un blog. Redacta 2 o 3 artículos por semana, comparte sus contenidos con clientes y con gente que aman las flores, los trabajos florales y el mundo de las plantas en general. Ahora, Ana no puede creer lo fácil y barato que es tener un blog, todo está automatizado y… ¡cuesta muy poco o nada!!
  • Usar las redes sociales adecuadamente y de forma coherente con su negocio:
    • Tiene una páginas de Facebook con cientos de fans, en ella se une a grupos y participa en eventos, también los crea ella misma y además descubre otras páginas como la suya.
    • Se ha abierto un canal en YouTube donde publica vídeos breves con sus creaciones y diseños más bonitos. No es que tenga miles de seguidores, por ahora no, pero cada semana sus vídeos se ven más, y los suscriptores al canal van aumentando gracias a su contenido de calidad y a sus llamas a la acción. Ahora que el negocio le va mucho mejor y tiene más tiempo libre, está pensando en invertir en una cámara para hacer sus propios vlog.
    • Su cuenta de Instagram se ve genial gracias a sus trabajos excelentes y a su buen ojo para fotografiarlos, ya tiene seguidores en todas partes, incluso en el extranjero.
  • Gracias a Linkedin, una importante floristería de Barcelona se ha interesado en algunos de los trabajos florales de Ana y le gustaría disponer de ellos para comercializarlos por Internet. Ana se lo tiene que pensar, pero parece una buena oportunidad de expandir el negocio y adentrarse en el apasionante mundo del comercio electrónico, seguramente trabajará con esa empresa (siempre y cuando respeten sus derechos de propiedad intelectual y lleguen a un buen acuerdo comercial).
  • Ana ha aprendido a usar Google Ads para negocios locales, y… ¡no podía imaginarse que fuera tan fácil! Todo está muy automatizado. Ahora es ella quien decide lo que gasta en publicidad y también es ella misma la que mide los resultados de sus campañas. Comprueba que además de sus clientes habituales, otra mucha gente —que no es del pueblo— acude a su floristería a comprar tras hacer una búsqueda en el teléfono cerca de su local. Está realmente encantada.
  • Ana, ahora que ha mejorado la visibilidad de su negocio, en el programa de transformación digital que ha hecho también ha aprendido técnicas de venta: ha mejorado la tasa de eficiencia, el ticket medio, más clientes se quedan en Flor Esmeralda, emplea el cross-selling y el up-selling, incluso usa el neuromarketing.

Debido a su talento, a su trabajo y a la formación adquirida, Ana se ha transformado exitosamente y su negocio ha crecido tanto que está a punto de alcanzar el punto de masa crítica, si se sobrepasa ese punto se desencadenará el efecto red.

«El valor de una red es proporcional al cuadrado del número de sus miembros» (Robert Metcalfe). Es el modelo dominante en los negocios digitales. El objetivo de todo empresa debe ser generar este efecto red para tener un crecimiento exponencial, su valor se multiplica por cuatro respecto a los negocios que no lo tienen.

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